Y es que tras el anuncio por parte del departamento de Comercio de Estados Unidos de aumentar el 21% de aranceles a los tomates procedentes de México, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, indicó que si bien es una medida que sí afectará a los agricultores mexicanos, también es algo que sin duda repercutirá en los estadounidenses por que el producto se elevará considerablemente.
«El 90% de los tomates que importan Estados Unidos son mexicanos. Seis de cada diez tomates que comen allá se producen aquí. Si aplica esta medida, sus ensaladas, su kétchup y todo lo que lleve jitomate les va a salir más caro», comentó el secretario.
Berdegué, explicó que no se trata de un nuevo arancel, si no más bien es una cuota compensatoria establecida por Estados Unidos desde el 2019, pero que ha estado en pausa por un acuerdo establecido tiempo después entre ambos países.
El cobro de este 21% lo tienen contemplado para ejecutarse el próximo mes de julio, toda vez que Estados Unidos de por finalizado dicho acuerdo. No obstante, el gobierno mexicano ha reiterado que está dialogando con los secretarios del país vecino para que esta medida no entre en vigor.
