Luego de los hechos violentos que se suscitaron poco antes de que la presidenta Claudia Sheinbaum, llegará a Rioverde el sábado pasado, cuando un grupo de supuestos “policías” vestidos de civiles trataron de llevarse por la fuerza a Leobardo Guerrero Aguilar, hoy se sabe que no eran policías (como se dijo en un principio), ni contaba con autoridad para sacar del evento al excandidato de Morena.
De acuerdo con la información difundida, el grupo de sujetos que amedrenta a Leobardo Guerrero, eran jóvenes integrantes de un “anexo” para personas con adicciones, el cual es financiado con recursos del Ayuntamiento.
En fotografías reveladas se observa como estos hombres son cercanos a Rosa María Huerta, así como también son cercanos al gobierno de Arnulfo Urbiola, de quien reciben apoyos por medios de gobierno municipal.
Asimismo, videos publicados por el propio Ayuntamiento y por la presidenta del DIF Municipal, Karina Quintero de Urbiola, muestran a estos mismos jóvenes realizando labores de limpieza como parte de un programa asistencial del DIF.
Ante estas pruebas, no se da lugar a la duda, lo que paso el sábado fue ordenado por Urbiola como un acto de intimidación a la oposición, pues la figura política de Guerrero Aguilar es algo que le incómoda al alcalde de Rioverde.
Para nadie es una novedad que el gobierno de Arnulfo reprime, amenaza y utiliza recursos públicos para atacar a sus opositores, prueba de ello también son los actos que les ha hecho a algunos integrantes del cabildo municipal.
La gente en Rioverde no quiere a Arnulfo y se lo demostraron el sábado con el rechazo público que le dieron los presentes ante la presidenta.
Con información de: Esteban Espinoza
