En menos de una semana, el recién creado municipio de Villa de Pozos pasó de la incertidumbre política a un escándalo que exhibe, de manera cruda, los vicios de su joven administración. Lo que comenzó como una serie de tensiones por la renuncia de su presidenta concejal y la disputa por su sucesión, derivó ahora en acusaciones de autoasignación de bonos onerosos, presuntas negociaciones de votos y renuncias internas que profundizan la crisis institucional.
La sacudida inició con la revelación de que los concejales, quienes públicamente se han presentado como “defensores del pueblo”, aprobaron un paquete de prestaciones navideñas que ascienden a más de 200 mil pesos por persona.
La decisión se tomó en la Comisión de Hacienda del Concejo Municipal, integrada por Dante Carreón, María Guadalupe Hernández Méndez y Maribel Lemoine, quienes avalaron una adecuación presupuestal que garantiza aguinaldos extravagantes, devolución total del ISR, pago de días adicionales y compensaciones extraordinarias.
Todo ello en un municipio donde el problema más urgente es la falta de agua potable, sumado a servicios públicos deficientes y calles que llevan meses abiertas sin ser reparadas.
El monto global aprobado alcanza los 38 millones de pesos casi el 8% del presupuesto anual de Villa de Pozos, dejando en evidencia una profunda incongruencia entre el discurso de austeridad que han sostenido los concejales y sus decisiones administrativas.
El escándalo creció, cuando un audio difundido en medios reveló presuntas negociaciones internas para inflar estas prestaciones. En la grabación, la concejal Maribel Lemoine se le escucha decir frases como “póngale otros 200 (mil) y votamos a favor” y “jalo… para nuestras posadas”, la concejal incluso asegura que habla en nombre de un bloque opositor: “votemos todos a favor”.
En paralelo, el Concejo enfrenta renuncias clave, pues el jueves la regidora Julie Carrillo anunció públicamente su salida del cargo en un mensaje en sus redes sociales expresó y un día después, en entrevista con ON Noticias aclaró que solo tomará algunos días para atender temas de salud y que había considerado pedir licencia, pero le explicaron que implica un proceso burocrático mayor: votación en Cabildo, llamado a su suplente y justificación formal. Por ello, decidió ampararse en los justificantes médicos que la normativa permite.
Habitantes inconformes han denunciado imposiciones desde el gobierno estatal, particularmente ante la llegada de una nueva presidenta concejal Patricia Aradillas a la que acusan de no contar con legitimidad ni respaldo ciudadano.
El clima social en Villa de Pozos es tenso: vecinos exigen transparencia, obra pública terminada, solución al desabasto de agua y un Concejo que responda a sus necesidades, no a intereses personales. En reuniones recientes, ciudadanos han encarado directamente a los regidores, cuestionando la falta de resultados y señalando que “el pueblo no quiere imposiciones ni privilegios”.
En medio de escándalos, audios filtrados, amenazas de renuncias y señalamientos de abuso de recursos públicos, los habitantes de Villa de Pozos reclaman lo mismo que desde el inicio: agua, seguridad, transparencia y respeto a la voluntad de su comunidad.
