La mañana del lunes 20 de octubre marcó el inicio de una de las movilizaciones estudiantiles más grandes en la historia reciente de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), lo que empezó como un paro en la Facultad de Derecho por la indignación ante la presunta violación de una alumna dentro del plantel, se transformó en un movimiento masivo que paralizó gran parte de la ciudad.
Cerca de las 10:00 horas, estudiantes de la Facultad de Derecho suspendieron actividades, cerraron calles cercanas a la facultad de derecho y exigieron justicia, transparencia y acciones contundentes por parte de las autoridades universitarias.
Alumnos de Derecho se organizaron para manifestarse afuera de su facultad y de ahí la manifestación recorrió las calles del centro hasta llegar a el edificio de rectoría de la UASLP en donde tapizaron la fachada con las cartulinas donde escribieron sus exigencias y de ahí avanzaron hasta la fiscalía general del Estado en donde integrantes de la Federación Universitaria entraron a dialogar con representantes de la FGE, aunque no hubo respuesta que resolviera la situación.
El contingente continuó con la manifestación en el cruce con la alameda y de ahí de nuevo al edificio de la rectoría en donde se encontraron con el rector Alejandro Zermeño quien dio un breve mensaje: “habrá las sanciones necesarias para que esto no se vuelva a repetir y acompañaremos a la víctima en su proceso ante la Fiscalía, porque una situación es lo que pueda tomar la Universidad como un proceso administrativo (suspender o correr a estas personas) y lo otro es un delito que debe ser atendido por la Fiscalía”.
Fue el martes que la UASLP dejó salir todo su enojo y el resto de las facultades se unieron y las protestas se extendieron rápidamente por toda la ciudad desde las 6 de la mañana. Los accesos a la Facultad de Derecho se comenzaron a bloquear, así como las principales avenidas de la capital potosina. Los manifestantes permanecieron firmes, sosteniendo pancartas con mensajes como “Si tocan a una suspendemos todo, la UASLP calla, nosotras no” y “La UASLP encubre violadores, queremos justicia”.
La presión social obligó a la universidad a reaccionar y a las 10:10 se programó una conferencia de prensa, donde Urenda Navarro Sánchez abogada general de la universidad y Carla Francisca Pantoja Banda titular del órgano de control interno anunciaron la renuncia del director de la Facultad de Derecho, Germán Pedroza Gaitán, así como la destitución de Magdalena Beatriz González Vega, titular de la Defensoría de los Derechos Universitarios.
También confirmó la suspensión de los alumnos implicados y la destitución de dos funcionarios y prometió acompañamiento a la víctima y su familia. Sin embargo, esto no fue suficiente: los jóvenes reclamaron que las autoridades solo actuaron tras la presión pública y no al conocer los hechos. Además, que exigían justicia para la víctima.
Motivo por el que las movilizaciones se intensificaron y miles de alumnos marcharon desde Ciudad Universitaria hasta el Centro Histórico, donde se congregaron frente al edificio de Rectoría, las avenidas quedaron cerradas y la ciudad prácticamente se paralizó.
La Situación que también fue aprovechada por el llamado “bloque negro”, que infiltro a personas externas a la facultad que lanzaron consignas a los funcionarios e incluso agrediéndolos verbalmente y provocándolos. Posteriormente, y tras una hora de tensión, les permitieron regresar a rectoría y regresaron a manifestarse fuera de la facultad de derecho.
Esa misma tarde se registraron destrozos dentro de Rectoría por parte de un grupo no identificado, lo que generó sospechas de infiltración y manipulación política del movimiento. Los alumnos aclararon públicamente que su protesta era legítima, pacífica y sin afiliación partidista.
DETENCIÓN DE DOS DE LOS IMPLICADOS
El miércoles 22 de octubre amaneció con un aire tenso en San Luis Potosí, tras dos días de paros, protestas y bloqueos que colapsaron la ciudad, la fiscalía general del Estado (FGE) cerca de las 09:00 horas confirmó la detención de uno de los presuntos implicados en la agresión sexual ocurrida dentro de la Facultad de Derecho.
El joven, identificado como Santiago “N”, fue aprehendido durante la madrugada y puesto a disposición de la autoridad judicial, quien informó que enfrenta cargos por violación agravada, delito que podría alcanzar de 8 hasta 20 años de prisión.
Siete días después, el miércoles 29 de octubre por la tarde, otro de los implicados en dicho delito, se entregó de forma voluntaria. Las autoridades confirmaron la información y señalaron que quien ahora estaba detenido, era la persona identificada como menor de edad, por lo que su identidad era reservada.
Según lo dicho por las autoridades, solo faltaría llevar a cabo la detención de un hombre más, quien, dicho por la propia universidad, sí es estudiante, pero de otra faculta.
